La protección en línea requiere un ordenador seguro e inaccesible para un abusador.

• El temor a ser vigilado en línea suele tener fundamento: el deseo de control puede dar lugar a un seguimiento de todos los movimientos digitales. Los programas fáciles de usar, como el Spyware y los registradores de pulsaciones de teclas, hacen que cualquiera pueda utilizarlos, incluso los no programadores.
• Si un ordenador doméstico está en peligro, considere la posibilidad de seguir utilizándolo para búsquedas cotidianas como el tiempo o las recetas. Un ordenador más seguro puede emplearse para trazar un plan de huida, buscar un nuevo trabajo o apartamento, comprar billetes de autobús o buscar ayuda.
• Las huellas en línea son imposibles de borrar por completo: los cambios erráticos en el comportamiento del ordenador -como la eliminación repentina del historial de Internet- pueden hacer saltar las alarmas.
• Los correos electrónicos o los mensajes de texto no son seguros ni confidenciales; no hable del peligro o del abuso a través de las comunicaciones digitales. En su lugar, llame a una línea directa como la línea de ayuda de la Red de Seguridad Comunitaria al 307-733-SAFE (7233). Si no puede llamar, utilice un ordenador más seguro y una cuenta segura.
• Desde los correos electrónicos enviados hasta la banca por Internet, los ordenadores almacenan montones de información personal y privada. Busca la privacidad en un ordenador más seguro en una biblioteca pública, en casa de un amigo de confianza o en un cibercafé. Recuerda: Incluso un ordenador más seguro no impedirá que un agresor rastree el correo electrónico u otras actividades en línea realizadas a través de canales conocidos.

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MÁS INFORMACIÓN SOBRE LA PROTECCIÓN EN LÍNEA

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